Pese a los supuestos logros alcanzados en el parlamento colombiano para frenar la arbitrariedad en los procesos de desalojos por créditos hipotecarios, la verdad es que estos van en aumento y se cometen cada vez más de forma irregular.
Sumado a la constitución de los juzgados civiles de descongestión; que inicialmente eran 12 y ahora son 22, que tienen como función agilizar los procesos de desalojos, y al fuerte pie de fuerza utilizado para desalojar a familias trabajadoras; ahora el capital y el estado están implementando nuevas estrategias represivas que tienen por objeto reducir la resistencia y las manifestaciones de solidaridad en los desalojos.
Entre estas estrategias se cuenta: la no notificación previa de la orden de desalojo, incumpliendo el debido proceso y con lo cual las familias no tienen conocimiento del día y hora en que han de llegar a sacarlos de sus hogares; igualmente se están delegando en los inspectores de policía, asuntos que le competen a funcionarios judiciales. Como si fuera poco se están utilizando tácticas militares de sitio, como lo son: el cierre perimetral de vías evitando con esto el acceso de personas, corte de servicios públicos principalmente el teléfono para impedirle la comunicación a la familia y a veces hasta el agua y el gas.
Pero sin importar las medidas represivas que implementen el estado y el capital, para que desistamos de defender nuestro derecho a una vivienda digna continuaremos en lucha, haciendo de la solidaridad y la acción directa un arma con la cual poder llegar al triunfo de nuestras reivindicaciones y alcanzar una sociedad más justa e igualitaria.
NINGUN DESALOJO SIN RESPUESTA
VIVA LA AUTO-ORGANIZACIÓN COMUNAL
MUERTE AL ESTADO Y AL CAPITAL
Sumado a la constitución de los juzgados civiles de descongestión; que inicialmente eran 12 y ahora son 22, que tienen como función agilizar los procesos de desalojos, y al fuerte pie de fuerza utilizado para desalojar a familias trabajadoras; ahora el capital y el estado están implementando nuevas estrategias represivas que tienen por objeto reducir la resistencia y las manifestaciones de solidaridad en los desalojos.
Entre estas estrategias se cuenta: la no notificación previa de la orden de desalojo, incumpliendo el debido proceso y con lo cual las familias no tienen conocimiento del día y hora en que han de llegar a sacarlos de sus hogares; igualmente se están delegando en los inspectores de policía, asuntos que le competen a funcionarios judiciales. Como si fuera poco se están utilizando tácticas militares de sitio, como lo son: el cierre perimetral de vías evitando con esto el acceso de personas, corte de servicios públicos principalmente el teléfono para impedirle la comunicación a la familia y a veces hasta el agua y el gas.
Pero sin importar las medidas represivas que implementen el estado y el capital, para que desistamos de defender nuestro derecho a una vivienda digna continuaremos en lucha, haciendo de la solidaridad y la acción directa un arma con la cual poder llegar al triunfo de nuestras reivindicaciones y alcanzar una sociedad más justa e igualitaria.
NINGUN DESALOJO SIN RESPUESTA
VIVA LA AUTO-ORGANIZACIÓN COMUNAL
MUERTE AL ESTADO Y AL CAPITAL
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