Nuevamente y como se ha vuelto costumbre en este gobierno el ajuste al salario mínimo se va a resolver por decreto del ejecutivo, y es que tras varios días de negociaciones entre las cúpulas dirigentes de los sindicatos mayoritarios y la patronal, no se logro llegar a ningún acuerdo.
Mientras las cúpulas dirigentes de los sindicatos CGT-CUT pedía un aumento superior del 6%, la patronal solo ofrecía un 3.2% (cifra que considerara mas el ejecutivo al momento de establecer el aumento), estos dos porcentajes resultan insuficientes para que una familia trabajadora pueda tener un cierto bienestar de vida, mas aun con el creciente costo de la canasta familiar y la progresiva privatización del sistema de salud y educación, y mientras esto sucede la burguesía nacional y extranjera ve crecer su capital y poder a expensas del pueblo colombiano.
A pesar del momento tan critico por el que pasa la clase trabajadora el sindicalismo mantiene su posición reformista y burócrata, que ciertamente no hace mas que seguir condenando a los trabajadores a la explotación capitalista, al no entregar herramientas organizativas y de acción que permitan la emancipación social.
El año siguiente será más difícil que el presente para la clase obrera, pero queda la esperanza que con el surgimiento que se está dando de iniciativas auto-organizativas entre los trabajadores se dé un paso revolucionario que permita construir una sociedad más justa e igualitaria.
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