domingo, 27 de diciembre de 2009


La importancia del movimiento barrial en la construcción del autogobierno de clase


Si observamos cómo el movimiento libertario nacional e internacional ha desarrollado trabajo en los llamados barrios obreros, villas o poblaciones, podremos apreciar que se ha pecado de una escasa perspectiva estratégico-táctica, lo que se traduce en la poca importancia que se le da a las proyecciones en este frente de lucha. Si bien no buscamos plantear esto como una crítica a otras organizaciones de nuestra corriente, creemos que faltan elementos disparadores de un debate abierto y necesario en torno a este (a nuestros ojos) error.

Diferenciaremos antes que nada dos conceptos con los cuales desarrollaremos nuestras ideas: En primer lugar, cuando nos referimos a ‘lo territorial’ o a la ‘perspectiva territorial’ hablamos de la necesidad geográfica, social y cultural de la clase explotada de confluencia de todos sus sectores en un espacio territorial concreto, sin querer decir que el movimiento deba estar centralizado en el frente de lucha poblacional. Por otro lado, en ‘frente de lucha barrial’ contemplamos todas las actividades y formas organizativas que el pueblo se plantea desde el espacio directo de la vecindad, ya sean de índole comunitario o reivindicativo.
La importancia estratégica de la perspectiva territorial
Nuestra organización se plantea como Estrategia General la construcción y fortalecimiento del Autogobierno de Clase (o poder popular estratégico) con perspectiva Territorial. Si bien llegamos a dicho planteamiento a través de las vivencias de nuestra realidad nacional, no lo descartamos como un aporte a las realidades de otros rincones de Sudamérica y, por qué no, del mundo.

Hay ejemplos específicos de cómo han dado luchas distintos sectores o frentes de lucha del pueblo que ayudan a consolidar nuestra visión, como las actuales luchas sindicales que marcan un camino en el Chile actual (que son, a nuestro criterio, la de los salmoneros y la de los trabajadores forestales). En ambos combates se ha comenzado a superar la legalidad de forma paulatina, y la movilización se ha trasladado en forma de protesta a las poblaciones en las que viven las familias de los trabajadores. Esta experiencia más allá del apoyo de otros trabajadores nos enseña una fuerte ligazón con la cercanía territorial, arrastrando al frente barrial las reivindicaciones del frente sindical. Por otro lado, las últimas experiencias de desarrollo auto-organizativo del estudiantado secundario y varios sectores del universitario han desarrollado una perspectiva territorial representada en los “Cordones Comunales de Estudiantes” y la confluencia de las bases en función de la cercanía geográfica. Por último, y quizá el ejemplo más claro, las luchas de los pobladores que tienen por naturaleza relación con un territorio común (llámese población, comuna, etc.).

Nuestra conclusión estratégica tiene cabida por el diagnóstico de la realidad local, nacional y regional. Ya sea en términos geográficos, económicos, sociales y culturales. Un esbozo de este diagnostico sería el regionalismo económico a nivel nacional (Chile), la diversificación cultural a lo largo del país, etc. También, como ya fue mencionado, el movimiento popular tiende a su solidificación en lo territorial, ya sea con los Comandos Comunales, o las experiencias contemporáneas ya nombradas.

En este sentido, afirmamos que el desarrollo de la perspectiva territorial en los distintos frentes de lucha da pie a un acercamiento estratégico de los distintos sectores populares hacia una Unidad de Clase, abriendo la brecha para la consolidación concreta de un poder antagónico al estatal y burgués.
El rol del movimiento barrial en el desarrollo de la perspectiva territorial
Además de las características propias del espacio (espacio de encuentro entre trabajadores, familias, estudiantes, etc.) el barrio o la villa tiene luchas comunes que permiten una integración a la lucha popular y un desarrollo comunitario que varios tipos de trabajo no lo permiten. Por otro lado, los estudiantes (sean o no de la población) presentan una acumulación de conocimiento técnico muy apreciado en términos prácticos para el desarrollo comunitario de los movimientos barriales. Una vez más, nuestra intención no es decir que el frente barrial es más importante, sino rescatar su importancia más allá de ser un soporte de otras luchas de mayor ‘protagonismo’.

Sintetizando, vemos la importancia de este frente en dos niveles. En un sentido estratégico: en el proceso revolucionario la producción tiene suma importancia; sin embargo, el combate por hacer efectiva la conformación del autogobierno de la clase explotada (lo que comúnmente se denomina ‘defensa de la revolución’) es igual de importante. En otras palabras, el territorio, la villa o la población cumple el rol de ser un espacio en el que se pueda consolidar un poder capaz de imponerse a la explotación en tanto es una fuerza que rompe con el monopolio de la violencia de parte del bloque dominante. Por otro lado, el desarrollo de este frente promueve y permite una mayor capacidad de construir una unidad entre los sectores populares que sea sólida, permanente y solidaria en términos reales. Permite, además, llegar a una base social amplia y heterogénea, la cual amplía el ‘radio’ de dicha llegada a sus respectivos centros de estudio, de trabajo o comunitarios. Es posible, de este modo, ver una importancia tanto estratégica como táctica del frente barrial.
Un esbozo táctico para el movimiento barrial
Comprendiendo su importancia, creemos que un norte concreto, realizable y ‘medible’ que permita el desarrollo del frente barrial o poblacional es la construcción de un organismo social que coordine y agrupe distintas bases sociales, espacios comunitarios y colectivos de iniciativa dentro de un territorio comunal o pluri-comunal (más que buscar un territorio definido por municipios y comunas creemos en la búsqueda de la confluencia según la necesidad y cercanía identitaria). Para lograr esta meta, proponemos los siguientes objetivos de menor plazo:

* Proyectarse a superar los colectivos de iniciativa que hacen un trabajo de minoría y buscar la conformación de una orgánica social de participación vecinal íntegra.

* Hacerse parte de las organizaciones reivindicativas levantadas por los mismos vecinos y promover la participación de sus bases y el desarrollo crítico de estas mismas.

* Buscar trascender a los pequeños espacios comunitarios sin dejarlos de lado pero buscando la masividad en espacios de confluencia y encuentro.

* Desarrollar una sólida e incuantificable base social de apoyo y simpatía al trabajo realizado por la organización social.

* Generar identidad de la población desde una perspectiva popular y no marginal.

Palabras finales
Este breve texto pretende ser disparador de la confluencia de experiencias y visiones programáticas en torno al tema que trata el mismo. Sentimos que se abrieron debates de gran importancia para los anarquistas con este humilde documento y nos gustaría también declarar que éste fue un intento de universalización de nuestra perspectiva programática general y más particularmente de lo barrial.
Organización Revolucionaria Anarquista
Voz Negra

ARTICULO EXTRAIDO DE http://www.anarkismo.net

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