Con el plan de ordenamiento zonal del norte (POZN) y el proyecto usme ciudad futuro, se va en dirección de un crecimiento urbano en detrimento de las zonas rurales, sus componentes comunales y ambientales.
No podemos aceptar que en nombre del beneficio colectivo, que en realidad es una demagogia, se continúe con proyectos urbanísticos que no comprenden solo la extensión de la infraestructura propia de la ciudad, si no también el desplazamiento de estructuras sociales comunales rurales, caracterizadas por relaciones aun basadas en la solidaridad, la cooperación y el apoyo mutuo, imponiéndose dinámicas antisociales propias de la ciudad capitalista, como el individualismo, egoísmo y consumismo.
los intereses reales de estos proyectos no corresponden a las necesidades de la clase trabajadora bogotana, si no a los intereses capitalistas, sobre un contexto geográfico de clara segregación clasista, mientras el proyecto usme ciudad futuro, considera para el programa de vivienda la población pobre; (viviendas de 42 m2 o menos, y ofertadas con créditos hipotecarios que hacen que familias pobres paguen varias veces el crédito inicial), en el POZN si bien se van a construir viviendas de interés social (VIS), se van a construir más casas lujosas para burgueses.
Finalmente estos proyectos acabarían por desestabilizar ecosistemas estratégicos de gran importancia para la región; como los humedales y los interconectores ecológicos con los cerros orientales, no podemos concebir que en estos sitios el canto de las aves en la mañana sean reemplazadas por el ruido de cientos de autos, que los bosques y humedales que debieran de ser zonas de reserva, sean limitadas a ridículas extensiones de parques zonales.
En definitiva la naturaleza no tiene precio, la ciudad no puede seguir creciendo perjudicando las comunidades rurales y el medio ambiente, es necesario reorganizar el espacio ya comprendido por la ciudad con directa y verdadera participación comunal
MUERTE AL ESTADO
VIVA LA AUTO ORGANIZACION COMUNAL
POR EL REORDENAMIENTO MUNICIPAL
No podemos aceptar que en nombre del beneficio colectivo, que en realidad es una demagogia, se continúe con proyectos urbanísticos que no comprenden solo la extensión de la infraestructura propia de la ciudad, si no también el desplazamiento de estructuras sociales comunales rurales, caracterizadas por relaciones aun basadas en la solidaridad, la cooperación y el apoyo mutuo, imponiéndose dinámicas antisociales propias de la ciudad capitalista, como el individualismo, egoísmo y consumismo.
los intereses reales de estos proyectos no corresponden a las necesidades de la clase trabajadora bogotana, si no a los intereses capitalistas, sobre un contexto geográfico de clara segregación clasista, mientras el proyecto usme ciudad futuro, considera para el programa de vivienda la población pobre; (viviendas de 42 m2 o menos, y ofertadas con créditos hipotecarios que hacen que familias pobres paguen varias veces el crédito inicial), en el POZN si bien se van a construir viviendas de interés social (VIS), se van a construir más casas lujosas para burgueses.
Finalmente estos proyectos acabarían por desestabilizar ecosistemas estratégicos de gran importancia para la región; como los humedales y los interconectores ecológicos con los cerros orientales, no podemos concebir que en estos sitios el canto de las aves en la mañana sean reemplazadas por el ruido de cientos de autos, que los bosques y humedales que debieran de ser zonas de reserva, sean limitadas a ridículas extensiones de parques zonales.
En definitiva la naturaleza no tiene precio, la ciudad no puede seguir creciendo perjudicando las comunidades rurales y el medio ambiente, es necesario reorganizar el espacio ya comprendido por la ciudad con directa y verdadera participación comunal
MUERTE AL ESTADO
VIVA LA AUTO ORGANIZACION COMUNAL
POR EL REORDENAMIENTO MUNICIPAL
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